domingo, 8 de noviembre de 2009

Premio Nacional de Fotografía 2009

Gervasio Sánchez ha sido galardonado con el Premio Nacional de Fotografía que otorga cada año el Ministerio de Cultura. Según palabras de Gervasio Sánchez, este galardón que le ha sido concedido no solo premia su trabajo "sino el oficio de fotoperiodista" y añade que "es una forma de reconocer a todos lo que estamos en esta tarea, tantos compañeros que no siempre han sido reconocidos. Y, sobre todo, tantos periodistas que han muerto por cumplir con su deber de informar en distintos puntos del mundo. [...] Perder a tantos amigos es lo más duro que me ha pasado". Este sentimiento de compañerismo hacia los que recorren con él guerras y lugares olvidados lo plasmó -junto a Manu Leguineche- en su libro "Los ojos de la guerra" dedicado a Miguel Gil.



Era difícil pensar que volvería a recibir de forma oficial un premio desde que el año pasado denunció públicamente la implicación española en los muertos y mutilados por las minas anti personas en un maravilloso y valiente discurso que pronunció al recibir el premio Ortega y Gasset 2008, concedido por el diario El País, en presencia de representantes del gobierno, varios cargos públicos y, especialmente, de la prensa. Sin duda, un discurso memorable que, por el contenido de sus palabras, no obtuvo la divulgación que se merecía. Esto fue lo que dijo tras agradecer el apoyo recibido por los medios con los que colabora y por diversas organizaciones internacionales y ONG:


Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.

Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.

Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

Muchas gracias.







Gervasio Sánchez es un buscador de historias que nos atrapa con cada fotografía. Consigue agarrarnos del cuello y apretar hasta dejarnos sin aliento. Pretende encontrar el hueco justo que le pertenece a quienes no pueden llorarle al mundo, porque éste está ocupado en otras cosas. Como dicen desde el Colectivo Fotográfico de Leganés, "este premio dignifica a quien lo da y a la fotografía de prensa. Era necesario". ¡Enhorabuena, Gervasio!